
La experiencia es increíble pero me gustaría centrarme en algunas cosas que fuimos descubriendo en torno al negocio del turismo con ballenas jorobadas en nuestros dos viajes por Tonga. La ballena yubarta, también conocida como jorobada pasa el verano austral (octubre-mayo) en las aguas de la Antártida donde se alimenta de krill. Cuando llega el frío invierno se desplaza hacía aguas más tranquilas y tropicales de la Polinesia donde llega el periodo de reproducción. Los embarazos duran alrededor de un año, de manera que las crías engendradas en las aguas de Tonga verán la luz el siguiente año en el mismo lugar. Las madres las crían, amamantan y las preparan para el viaje de vuelta a las frías aguas pero antes de partir llega el momento de aparearse. Por eso es común nadar con ballenas en libertad en Tonga y tener dos tipos de experiencias distintas: avistar a una madre con su cría o avistar a una hembra con machos, llamados escorts, que la pretenden. Cuando las crías son muy pequeñas siempre se verán nadando por encima de la madre quien las ayuda para salir a respirar dado que necesitan hacerlo con una mayor frecuencia. Los ballenatos juveniles también son frecuentes verlos junto a la madre ya que pasan un año completo con ella hasta que se independizan.

Por otro lado, los machos emiten cánticos y rondan a la hembra con el objetivo de tener relaciones. Ellas solo se quedan embarazadas cada dos años así que aquellas que acaban de dar a luz por el embarazo del año anterior no se dejarán enredar fácilmente. Y también es fácil ver una combinación de ambas situaciones, una madre con cría seguida por un escort.

La ballena jorobada es muy fácil de identificar, tiene varios elementos muy particulares. El primero es su cabeza nudosa, alrededor del morro se pueden apreciar una especie de nudos. Es la ballena más acrobática y la que tiene las aletas más largas, lo que hace que sean muy fáciles de avistar desde la costa.

¿Dónde y cómo nadar con ballenas en libertad?
Antes de decidir realizar esta experiencia en Tonga habíamos valorado otros lugares donde es posible hacer algo similar: Tailandia, Filipinas, Méjico, etc. pero las noticias que leíamos sobre ello no nos gustaban. En Filipinas se realiza la actividad con el pez más grande del mundo que es el tiburón ballena y en la mayoría de lugares dan de comer al animal para atraerlo fomentando la “mendicidad” animal, alterando su proceso vital y debilitándolo dado que al alimentarlo pierde su instinto natural de buscar alimento y se convierten en dependientes del ser humano. Este tipo de actividades irresponsables no solo afectan al animal en cuestión sino a todo el ecosistema alterando la cadena alimenticia. En cambio, en el Reino de Tonga sabíamos que esto no sucedía ya que las ballenas jorobadas vienen a este país durante los meses de junio-octubre en su ruta de migración anual desde la Antártida a parir, ver crecer las crías y a aparearse. Durante este periodo no comen, así que alimentarlas es algo que no se produce. Otro tema que nos preocupaba era el tema del acoso, después de informarnos descubrimos que el Gobierno de Tonga otorga licencias para poder trabajar como operador de ballenas y turismo, hay alrededor de 60 licencias en 2018 en todo el país. La gran mayoría de ellas están concentradas en el archipiélago de Vava’u, que es donde esta actividad fue iniciada por una pareja de neozelandeses hace alrededor de 22 años. Las licencias se otorgan después de superar un curso específico y pagar anualmente una cuota. Así que, después de investigar un poco decidimos que queríamos nadar con ballenas jorobadas en libertad en Tonga ya que allí cumplían con nuestros deseos de practicar un turismo responsable con los animales. Una vez decidido, y teniendo la posibilidad de ir a un país tan lejano y aislado, algo que no es fácil, pusimos rumbo hacía nuestra gran ilusión. Volamos a Tonga desde Nueva Zelanda, pasamos una semana en la isla principal donde se encuentra la capital valorando posibles rutas y disfrutando de unos días con nuestros amigos tonganos. Habíamos estado en el país durante el mes de abril y volvíamos 5 meses después a disfrutar de un viaje completamente diferente. El primero estuvo marcado por el ciclón Gita que había afectado al país dos meses antes de nuestra llegada, todo estaba cerrado o en reconstrucción y no era temporada de ballenas por lo que a penas había turismo. Este segundo viaje se producía en el “invierno” de Tonga y en uno de los mejores meses para nadar con ballenas jorobadas.
Durante la primera semana en Tongatapu ya vimos que los tours con ballenas en esta isla rondaban los 250-500TOP, algunas personas nos habían dicho que no era el mejor lugar para realizar la actividad ya que las aguas que rodean esta isla no son las más azules y al haber muchos motores de barcos las ballenas se alejan. Teníamos un mes entero por delante y decidimos partir hacía el archipiélago de Vava’u, el más famoso y conocido para realizar esta experiencia. Allí se inició esta actividad comercial y es la zona que más ha crecido en los últimos años en cuanto a turismo, también es la que más licencias tiene en cuanto a tour operadores con ballenas jorobadas. Todas las ballenas iban hacía esta zona debido a que el archipiélago de Vava’u, formado por 61 islas, les proporciona cobijo y se sienten seguras para que las crías crezcan. Pero también nos contaron que desde hace tiempo muchas ballenas se quedan alrededor de otras islas, en las cuales antes no eran tan habitual avistarlas, como Tongatapu y ‘Eua. ¿Y por qué este cambio de ubicación? Pues no puedo responder con seguridad a esta pregunta pero todo apunta a que la presencia creciente de motores en las aguas de Vava’u junto con el incremento de licencias en la zona, que parten con más turistas, hacen que abandonen sus zonas habituales por otras cercanas y con menos intrusos en su hábitat.

Y cuando llegamos a Vava’u descubrimos un pastel que no nos acabó de gustar… quizás a las ballenas tampoco y por eso deciden quedarse en otros lugares. Los precios por una salida rondan entre los 400-600TOP, y a cada cliente le dicen el precio que más les apetece. La gran mayoría de empresas son propiedad de extranjeros, en su mayoría australianos y neozelandeses, por lo que el dinero que se genera a base de los bienes naturales de Tonga se va fuera del país. Muchas empresas venden paquetes cerrados que incluyen alojamiento, comida y salidas en barco por lo que están afectando a los negocios locales de forma muy negativa. Buscan abarcar todo el beneficio del turismo y, en algunos casos, si quieres reservar una única salida te dicen que no te la venden suelta o, también nos encontramos, con que tienen todo reservado para las dos o tres semanas siguientes. Aquellos que nos ofrecían la salida sin ningún servicio adicional nos daban precios de 500 o 550TOP, algo que no nos parecía correcto sabiendo que ese mismo tour operador había vendido el mismo servicio a unos conocidos por 460TOP. Sabiendo que en otros lugares valía 300-400TOP y sin un precio fijo no acabamos de ver claro la posibilidad de probar esta experiencia en Vava’u. En definitiva, vimos el negocio totalmente prostituido en torno al bien natural de las ballenas jorobadas. Y lo peor es que el dinero generado no repercutía en el país sino todo lo contrario, además de salir fuera estaban creando un estilo de negocio que aportaba cero beneficio a los locales. Decidimos no probar esta experiencia en Vava’u por dos motivos: no nos pareció un turismo responsable y los precios nos parecían abusivos. Teníamos suficiente tiempo como para probar otros lugares. Y fue la mejor decisión que pudimos tomar, posteriormente nos enteramos que al haber tantas licencias en Vava’u tienen que “compartir” las ballenas, si un barco con clientes las encuentra las estarán disfrutando un rato hasta que llamen al próximo barco el cual disfrutará de ellas posteriormente. La experiencia para el cliente se ve limitada dado que tienes el tiempo justo y las ballenas son acosadas en cuanto a cantidad de personas y tiempo.
Pusimos rumbo a ‘Eua, la isla que no conocimos durante nuestro primer viaje y a la que le teníamos muchas ganas por ser la más verde y rocosa. No encontrábamos casi información online pero sabíamos que la isla tenía dos licencias para avistar ballenas. Escribimos a la oficina de turismo de ‘Eua, ya que es la mejor manera para saber que alojamientos tienen disponibilidad. y encontramos un homestay que acababa de abrir en junio de 2018. Y fue el gran descubrimiento en todos los sentidos, un alojamiento regentado por una familia local y empleados locales, con gastronomía local, que además ofrecía salidas con ballenas por 300TOP 400TOP (actualización en julio de 2019). Sabiendo que la isla no estaba colapsada de barcos ni turistas solo nos faltaba saber la manera de trabajar del avistador y, por casualidad, conocimos a Marta. Una chica chilena especializada en ecoturismo que desde hacía 6 años trabajaba en ‘Eua durante la temporada de ballenas, y nos explicó su forma de trabajar ya que habían hecho muchísimas salidas juntos. Nos gustó lo que nos explicó y al día siguiente hicimos nuestra primera.

Nadar con ballenas un negocio en auge
Otro tema importante a destacar es la diferencia de precio entre los archipiélagos Vava’u, Ha’apai, Tongatapu y ‘Eua. Por el precio de una salida en Vava’u o Ha’apai se pueden hacer dos en Tongatapu y ‘Eua, algo que me sorprendió muchísimo. Incluso nosotros llegamos a un acuerdo para realizar 4 salidas por algo más de lo que cuesta una única salida en Vava’u. Aquí es donde se aprecia el abuso comercial que se realiza por parte de las empresas extranjeras en torno al negocio de las ballenas, no cabe duda que es un negocio y que tienen que ganar dinero pero de ahí a abusar del turista, de forma desproporcionada, me pareció algo que quitaba belleza a la calma y pureza que todavía conserva el país de Tonga. Y lo peor de todo es que este abuso es llevado a cabo por extranjeros algo que no favorece a los tonganos y les sube el coste de la oferta sin poder igualar la calidad. Está claro que el servicio ofrecido por extranjeros es mejor en cuanto al material que tienen, casi todo importado desde Nueva Zelanda (neoprenos, máscaras, aletas, material fotográfico…) pero no es mejor en cuanto a respeto del medioambiente ni en la experiencia final, así que ¿por qué pagar más solo por llevar unas aletas o gafas Cressi en lugar de unas sin marca? Desde luego, para nosotros no es algo prioritario. Además ¿quién va a cuidar el medioambiente mejor que los locales, aquellos que siempre han tenido esos bienes y los quieren al mismo tiempo que los necesitan conservar?
Mi recomendación es que, en la medida de lo posible, lleves tu propio material para mayor comodidad. La máscara, tubo y aletas es lo más importante, neopreno no está de más pero puede llegar a ser prescindible si el día es soleado.
Si en algún lugar te ofrecen una salida por debajo de 250TOP no te fíes, es probable que sea alguien con barco sin licencia. Mi recomendación es clara: nunca lo hagas con alguien que no tenga la licencia. No será una persona formada en temas de seguridad y, además, está estresando a las ballenas con más personas de las permitidas en el agua. En nuestra segunda salida vimos un barco de un pescador local conocido en la zona por realizar salidas de avistamiento sin licencia, en su barco iban dos extranjeros que se tiraron al agua junto a nosotros. Si tienes dudas y quieres saber quien tiene realmente licencia siempre puedes preguntar en estas Oficinas de Turismo, hay una especializada en cada archipiélago y les puedes escribir por mail.
Nuestra primera salida fue un sábado y parecía que el día no acompañaba mucho. Cielo muy nublado y ratos lluviosos, empezamos con el mar relajado pero fue revolviéndose a ratos. Veíamos muchas ballenas a lo lejos pero no conseguíamos acercarnos, estuvimos tres horas moviéndonos con el barco mientras algunos se empezaron a encontrar mal por el vaivén del barco y otros ya daban por acabado el día. ¡Un tema importante que no había comentado hasta ahora! Y que pasa… ¿si salimos al mar y no conseguimos verlas? Normalmente se paga la salida completa tanto si las ves como si no, en cambio en nuestra experiencia en ‘Eua no se cobraba y se volvía a intentar en otro momento. Algo que nos pareció muy honesto, tanto que teníamos claro que si eso sucedía le pagaríamos un % de la salida para compensar el gasto de gasolina.

Después de tres horas y media de espera nuestro guía dijo “están ahí, en grupos de 3, en cuanto diga ready os ponéis todo lo necesario y cuando diga go tenéis que ir sin hacer splash ni ningún tipo de ruido”. Y de golpe fue “go”, salieron a respirar y cuando volvieron a las profundidades era el momento de acercarse sin alterarlas y esperar 10-15 minutos a que volvieran a salir a respirar. Viéndolas desde arriba en las profundidades ya fue un shock, así que ni hablar de cuando salieron a la superficie. Pero como os he comentado no quiero centrarme en este momento sino en todo lo que rodea al negocio. Estuvimos en el agua una hora y media sin parar de disfrutar y sin ningún otro barco alrededor. Éramos un grupo de 6 personas, lo recomendado es máximo 8 personas por barco pero sabemos que en ocasiones salen grupos grandes (otros turistas nos llegaron a comentar salidas de hasta 15 personas) o los reparten en dos barcos que van más o menos juntos. Es obvio, cuanta menos gente mejor tanto para la ballena como para las personas y cuantos menos barcos en la zona mejor dado que los ruidos y los motores las ahuyentan e incomodan. Si el barco va lleno se deberían hacer dos grupos de 4 y bajar al agua de forma alternativa, nunca deberían estar más de 4 personas, más el guía, en el agua. El motivo está claro… es una medida más para no alterar la rutina y hábitat de la ballena.

Turismo responsable: con los animales y la economía local
El acercamiento a la ballena siempre debe ser por el lateral y nunca se las debe acorralar contra la costa. Saber la dirección de nado de la ballena es fácil, cuando sale a respirar su aleta, cola o espina dorsal indican hacía donde se dirige así que simplemente se debe realizar la aproximación por uno de sus laterales y siempre reduciendo la velocidad de motor. Hay ciertas situaciones en las que no se debe molestar a las ballenas como puede ser el momento de amamantar, parto o relaciones así que si realizas una actividad con una compañía que no respeta estos momento deberías quejarte. Sé que son momentos especiales y maravillos pero debemos ser conscientes que hay momentos clave en los que no debemos entrometernos ya que puede alterar el comportamiento de la ballena a largo plazo. En ‘Eua pudimos comprobar de primera mano como nuestro barco cumplió todas las normativas en cuanto a avistamiento y aproximación, siempre se acercó a ellas por los laterales y si intuía que no querían jugar con nosotros no insistía en seguirlas. En cambio, varios días vimos como el barco de la otra compañía con licencia en ‘Eua, Deep Blue Diving, se colocaba siempre frente a la ballena cortándole el paso, algo totalmente prohibido en cualquier lugar del mundo. También vimos como esa misma compañía sacaba a las costas de ‘Eua dos barcos llenos de turistas, tiene dos licencias: una para la isla de Tongatapu y otra para ‘Eua pero lleva los dos barcos a ‘Eua algo que no es legal y que también comentamos en la Oficina de Turismo. Estos comportamientos no favorecen a la ballena ni a su propio negocio.
Nuestro barco nunca se detuvo cerca de la ballena, no se cruzó en su camino, redució la potencia del motor antes de acercarse a ella y es el cliente quien baja al agua y nada para aproximarse a la ballena. El barco queda completamente parado y nunca le corta el camino natural al cetáceo. Antes de decidir parar se evalúa el comportamiento de la ballena ya que nuestro avistador decía que a veces no quieren jugar y lo muestran dando fuertes golpes, muy característicos, contra el agua mientras que otras veces se van alejando desde el primer momento que intuyen la presencia del barco. Nos lo dijo bien claro desde el primer momento “haré todo lo posible para que las veáis pero sino puede ser por clima o porque ellas no están receptivas no las veréis. Y, entonces, no pagáis esta salida.”

Nosotros estamos muy contentos de nuestra decisión, nadar con ballenas en ‘Eua. Además de un turismo responsable con los animales conseguimos hacerlo practicando un turismo responsable con la economía local. Pagamos a un tongano por lo que ayudamos a que la riqueza local crezca y no fomentar la riqueza externa a base de explotar los bienes locales. Los tonganos dicen que el país está soportado por el dinero que viene desde los tonganos residentes en overseas. Aquellos que se van a trabajar a Australia o Nueva Zelanda envían dinero a sus familias siendo el foco de ingreso principal para la mayoría de casas. Algo fácil de entender sabiendo que Tonga no produce casi nada y casi todo viene importado, la fuente de ingresos principal del país es el turismo y la agricultura. Como turistas causamos impacto en todos los países que visitamos, puede ser negativo o positivo. Por ejemplo, en Tonga solo por venir sabemos que estamos generando residuos en islas aisladas donde la gestión de éstos no es buena, contaminamos si alquilamos un coche para explorar las islas, entre otras cosas, pero no debemos olvidar intentar provocar impacto positivo. Nosotros este impacto positivo intentamos hacerlo consumiendo y aportando riqueza siempre en lugares regentados por locales. Está claro que no siempre es así pero en la medida de lo posible intentamos hacerlo.

Mi recomendación: nadar con ballenas en libertad en Tonga
Hicimos un total de 4 salidas y en todas pudimos bañarnos con ballenas. La primera y la última fueron las mejores, encontramos un grupo de ballenas receptivas con las que pudimos estar algo más de una hora en el agua. En cambio la segunda y tercera salida fueron algo más movidas y de menor calidad, tuvimos que estar continuamente subiendo y bajando del barco ya que después de verlas entre 5-10 minutos se iban.
Por nuestra experiencia personal recomiendo realizar las salidas en ‘Eua. Si quieres asegurarte una buena experiencia realiza más de una salida, aunque todas las salidas sean buenas vale la pena repetir ya que irás descubriendo comportamientos distintos y disfrutarás muchísimo.

Sobretodo quiero dejar claro que no tengo nada personal en contra de los operadores de Vava’u. No es mejor ni peor nadar con ballenas jorobadas en libertad en Tonga fuera de la zona de Vava’u, simplemente estoy contando nuestra experiencia e impresiones ya que considero interesante compartir todas las conclusiones que sacamos. El precio elevado y la poca flexibilidad para poder reservar una salida en Vava’u hizo que buscáramos alternativas y encontráramos otras opciones con las que nosotros nos sentimos más cómodos. Pero conocemos muchas personas que se bañaron con ballenas en Vava’u y están muy contentas con la experiencia. Lo que si me gustaría dejar claro es que si haces el avistamiento en Vava’u debes reservar con bastante tiempo de antelación e intenta generar riqueza colateral a esta actividad en negocios locales (alojamiento, restaurantes, tiendas, etc.).
Personalmente creo que la situación en 2018 no es preocupante, en general el Reino de Tonga no recibe mucho turismo, por ahora, y las licencias están repartidas por todo el país. El problema lo veo más a medio-largo plazo dependiendo de como se desarrolle este negocio, ¿seguirán dando más licencias? o por el contrario ¿decidirán limitar este negocio en favor del ecosistema? Veremos como va evolucionando el turismo en Tonga, yo estoy segura que irá creciendo cada vez más, algo positivo que puede favorecer el desarrollo económico del país y sus comunidades pero para ello es necesario que se den dos factores:
- El turismo debe ser consciente de como puede beneficiar a los tonganos generando riqueza.
- El Gobierno deberá afrontar la gestión de leyes favorables a su ecosistema frente al incremento del turismo y malas practicas de las empresas que operan en el país.
Es una balanza complicada, lo que aporta dinero a largo plazo daña esas mismas fuentes de ingresos si no se sabe gestionar de forma adecuada. Tampoco hay que olvidar que el interés creciente del turismo por el avistamiento de cetáceos salvajes en libertad favorece la educación ambiental y la investigación científica en zonas donde nunca se había puesto foco en ello. Para acabar solo me gustaría hacer una reflexión… el turismo es bueno pero, como todo en la vida, necesita equilibrio. Somos cada uno de nosotros quienes podemos controlar esa balanza en nuestros viajes. Somos responsables, de forma individual, de impactos positivos y negativos en los lugares que visitamos así que simplemente poniendo un poco de atención podemos ayudar a que la balanza sea poco a poco mucho más positiva.
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El Reino de Tonga es una maravilla de la que poca información se encuentra por internet y ni siquiera en agencias de viajes. Hemos visitado el país en dos ocasiones y sabemos la complejidad que requiere tanto organizar como viajar al país. Pero vale la pena todo el esfuerzo, por ahora nadar con ballenas en libertad ha sido la experiencia más fuerte y alucinante que hemos tenido viajando. Así que si necesitas ayuda no dudes en contactarnos, sin ningún compromiso, a través de la consultoría de viaje de Explora La Bola.
Comentarios (8)
Hola a los dos!
Como sabéis ya he vuelto de TONGA! Aunque mentalmente y emocionalmento sigo allí.
Me guié de todos vuestros consejos y tengo que deciros que NO HAN FALLADO! Estuve en Tongatapu donde hicimos 3 salidas para nadar con ballenas y en Vavau donde hicimos otros 3. En Vavau seguí vuestros consejos de alojarme en un ECO-Resort y la experiencia ha sido extraordinaria en todos los sentidos. Sientes lo que para mí es más importante que es el cuidado y respeto por las ballenas. No es que en Tongatapu no lo tengan, creo que también pero en el Eco Resort de Vavau (gestionado por una familia Tongana) lo vives y lo sientes. Es evidente.
Tengo que decir que ir a Tonga ha sido la major experiencia en cuanto a viajes y experiencias se refiere. Lo que se siente al nadar con ballenas, no se puede explicar. Llevaba literalmetne desde que tengo uso de razón soñándo con ello y la experiencia ha superado mis expectativas.
Quería aprovechar este medio para agradecer a Alberto sus consejos durante el viaje y por estar ahí en caso de algo fuera mal. Finalmente todo salió Redondo pero saber que había alguien con recursos y posibles soluciones fue un gran alivio, así que MUCHAS GRACIAS.
Ahora solo espero VOLVER pronto. Sé que volveré y ojalá podamos compartir esta experiencia.
Hacéis un gran trabajo al compartir tanto conocimiento sobre vuestros viajes. No dudaré en consultar todo lo que escribís para mi próximo destino, que ojalá sea TONGA AGAIN!!!
Un besazo enorme a los dos y a por ello EXPLORA LA BOLA!!!!
Mi contribución/consejo a todo el que se plantee ir a TONGA: respecto por las ballenas, por las costumbres, por las personas, por la naturaleza. Un sitio así MERECE SEGUIR SIENDO TAL Y COMO ES – sin interferencias. Somos meros invitidos en el paraíso, no nos pertenece. UN ABRAZO.
Muchísimas gracias por el comentario Myriam!!! Nada podía salir mal después de tantos años soñando con esta experiencia y así fue💙🐋.
Ver tus fotos y vídeos nos emocionó tanto que removió en nosotros las inmensas ganas de volver al paraíso. Como has dicho, es algo que no se puede explicar. Nos alegramos que ahora podamos compartir contigo esa sensación. Esperamos conocemos a la vuelta, poder tomarnos un café juntos y vernos las caras después de tantas emociones comentadas a través de la pantalla!! Y, si se puede, volver juntos a Tonga😆!
Hola! Hace días vengo leyendo información sobre Tonga y ahora que me encontré con sus ports tengo una mejor idea de lo que me espera. Muchas gracias!
Vengo de nadar con ballenas el año pasado en Niue y este año quiero hacerlo en Tonga pero me encontré con que Vava’u es muy caro y, según muchos, esta un poco explotado. Parece ser una experiencia más comercial que natural…
Por eso tengo pensado ir a Eua unos dias y hacerlo ahi. Es posible obtener el contacto de Marta? Me ayudaría mucho para planear mi viaje! Gracias 🙂
Hola Manu,
Muchísimas gracias por tu comentario. Justo ayer nos informaron que las salidas en ‘Eua este año han subido a 400 paangas pero realmente sigue siendo el mejor lugar, tanto a nivel de precio como de poca saturación. Escríbemos al mail exploralabola@gmail.com y te pasamos el contacto de Marta.
Saludos!
Hola pareja…!!!
Muchas gracias por toda la valiosa información que aportáis. Me ha encantado, como todo vuestro blog, FELICIDADES…!!! Podrías decirme por favor los mejores meses para ir a Kiko´s Place al avistamiento de ballenas. Desde el principio de vuestro periplo os seguía a través de Facebook, pero me di de baja de esa red social, hasta que tal vez vuelva otro día…, pero de todas maneras una newsletter si tuvieríáis en este blog, yo me apunto…!!! Gracias y a seguir disfrutando.
Hola Irina!!
Muchísimas gracias por tu comentario. ¡Nos ha encantado leerte!
No hay unos meses mejores, toda la temporada es buena, pero quizás alrededor de septiembre es un buen momento. Las madres ya dieron a luz y las crías han crecido un poco por lo que van más relajadas. Es importante no molestar cuando amamantan así que sobre septiembre, que se acerca el final de temporada pero todavía hay margen de tiempo sería buena época.
Si tienes instagram nos puedes encontrar por allí y sino tienes no te preocupes. Pondremos la newsletter en marcha dentro de muy poquito y te incluimos, tenemos tu mail gracias al comentario que nos dejaste😀.
Seguimos en contacto!
Me ha encantado leer el post de Tonga y las ballenas, como lo contabas desde el punto de vista de turista responsable. Siempre siempre ha sido mi sueño y llevo tiempo diciéndome a mí misma que iré a Tonga para poder cumplirlo. Y me ha encantado leer la «realidad», saber el negociete y lo negativo y positivo que tienen allí montado, las agencias y demás. Me lo guardo e investigaré más, porque me había limitado a ver las agencias que te proponen un pack y sale por 7 riñones…
Una pregunta, vosotros organizasteis las salidas una vez llegasteis a la casa de Kiko o lo llevabais reservado de antes? Recomiendas contactar antes con él para reservar?.
Muchísimas gracias.
Hola Paula! Nos encanta tu comentario, muchísimas gracias.
Nosotros reservamos las noches de alojamiento con Kiko por Facebook y una vez allí en su casa organizamos las salidas. No te preocupes porque hará todo lo posible para que hagas las salidas que quieras, en el caso que haya mucha gente y no quepan todos en el barco hará una doble salida en el día. Te recomiendo que vayas en el grupo que haya menos gente aunque los turnos de mañana siempre son mejores porque cuentas con más margen de horas (en la tarde estás más limitado por la caída del sol). Kiko es muy bueno en lo suyo, el mejor, pero no tanto con la planificación turística jajajaja así que aunque concretes por adelantado será una vez allí cuando Kiko hable contigo y concrete mucho más.
Si es tu sueño no lo dejes pendiente, te animamos a que vayas a Tonga y nades con ballenas (con Kiko mejor por su técnica responsable). Estamos seguros que será una experiencia indescriptible, para nosotros es de lo mejor que hemos vivido hasta el momento :).